Hombre mío,
tu respiro es brisa que
refresca mi alma
El roce tan amado, no discute,
sólo pide.
Tu corazón es mi latido.
Tus labios es la unión
de lo deseado.
Nuestros cuerpos ardientes
se estrechan
con la magia que esculpe.
Abren la puerta de la entrega
con todo pulso,
calor, piel y alma.
Heidi Rótulo de Arnedo
Santiago del Estero
jueves, 25 de agosto de 2005
UNION
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario