viernes, 19 de agosto de 2005

Una manera de quererte

Sí, claro que te quiero con el alma,
pero también te quiero con el cuerpo.
Te quiero todo y quiero que me quieras
con toda la piel, con las uñas y con los dedos.

¿Ves mis dedos?
Aquí, donde termino y donde empiezo.
No sé por qué nos dicen que en los dedos
no pueden florecer los sentimientos.

¿Ves tus dedos,
allí donde terminas y donde empiezas?
Déjame que te quiera con mis dedos,
pulsándote apenitas, apenitas,
rozandote en un largo descenso
por colinas infinitas.

Que mis dedos te besen el ombligo,
que mis dedos lleguen a tu pecho,
que mis dedos te abran como un cofre
lleno de flores perfumadas, lleno.

Quiéreme con las puntas de tus dedos,
paseando por mi vientre, por mi espalda,
que tus dedos se curven en mis pechos,
haciéndome cosquillas en el cuello.

Explórame despacio, soy un mundo
por vos todos los días descubierto.
Estoy abierta a toda la ternura
escondida en la punta de tus dedos.

Sí, claro que te quiero con el alma,
pero también te quiero con el cuerpo...
Te quiero todo y quiero que me quieras
con la piel, con las uñas, con los dedos...

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