Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado está mejor capacitado para gozar de las alegrías
y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
-Padre Mamerto Menapace-
jueves, 11 de agosto de 2005
Corazon dilatado
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1 comentario:
El corazón cuando hay una alegría quiere gritarla a los cuatro vientos, sobre todo si es compartida y cuando hay una pena quiere ocultarla, aún si es compartida porque el que ama trata de dar todo, para que el ser que está a su lado sea feliz.
Pienso que dos corazones que se amen deben troncharse en un sólo, tanto en las alegrías como en las tristezas.
Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo del Estero
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