viernes, 11 de noviembre de 2005

La pérdida

Has jugado conmigo.
Semejante al mar indolente y caprichoso
fueron tus besos que creí míos solamente,
eran también de la arena de tu engaño
y de este cielo celeste que me ve llorar amargamente.
Lejos, muy lejos, estaban mis pensamientos,
cuando enredé en mi sentimiento primero,
el que ahora, vacío de tu abrazo quedó
para llenarse con la hiel del desengaño traicionero.

Me duele traicionar mis versos,
lamento en el alma cambiar el amor de los versos
por palabras que duelen pero que he de hacer ahora:
no me devolverás la calma y mis rimas pretenciosas,
seguirán diciendo lo que siente.
Has jugado conmigo.
Creía tener el fuego de tu amor entre mis dedos
y sólo aprisionaba el puñal
que habría de clavarse luego en mi corazón.

Tal vez en este adiós (que no deseo totalmente)
esté prendada una esperanza
pero me niego a ser cómplice de un nuevo desengaño
y mi alma dice que no cambiarás,
seguirán tus trampas,
con los años aprisionando mis besos
y mi olvido matándolos, aunque tú,
aunque tú, me beses y jures lo contrario.
Has jugado conmigo,
has jugado y hemos perdido.

El Hurón

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre que hay un amor hay pérdida,lo importante es perder los dos al mismo tiempo y no dañarse ninguno.



Heidi
Sgo del estero