miércoles, 11 de octubre de 2006

Triunfo

Entonces serán mis sueños
la ofrenda prometida
y seremos felices dueños
de nuestra piel encendida al alboroto del alba
perdiendo enteramente la calma
y las promesas hechas en endechas
arrepentidas, escribirán en el papel del alma
nuevas palabras de amor en nuevas tintas,
para decirnos, esta vez sin las distancias,
que tu desnudez y nuestra sábana
han ganado la partida.

El Huron

1 comentario:

Anónimo dijo...

El amor siempre es un triunfo, aún, cuando termina.


Heidi