domingo, 15 de octubre de 2006

La vieja

Camina despacio, lijando los suelos
va tras quimera que se esconde en libros
carga en sus espaldas miles de palabras
que nacieron nuevas en voces de niños.

Se acuesta temprano con el sentimiento
de haber puesto todo, del deber cumplido
y piensa en los hijos, los propios y ajenos
que como un artista esbozó hace tiempo.

Camina despacio, ordenando todo
busca en sus armarios carpetas de antaño
trae a la memoria los viajes tardios
e historias de niña bañadas con río.

Me cuenta del viejo, de su compañero
de aquellas historias que hicieron sus días
sueños que en conjunto se fueron forjando
de buenas y malas.... de como es la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hermosa! Tan tierna, dulce, profunda y exquisita como su autor.



Heidi.