Del este viene llegando
la luz divina,
tonos de sombra
y rayos plenos que cubren paños
y más allá.
Y así transcurre por la mañana
con gran encanto y cordialidad,
pintando el viento, la brisa, el cielo.
Como los cantos suaves
de las corridas de algunas aguas
que van tranquilas hacia los cauces
del Paraná.
Y duermen solas las correntadas
ya con la noche, cuando pasan muy como nada
y se trasladan como montadas
en otras aguas que son la guía que por la senda
se van unidas y sin saberlo
a cobijarse, en luz y sombra
del astro diurno que nunca duerme
y que vigila la humanidad.
Hugo Izaguirre
Paraná
domingo, 22 de octubre de 2006
Astro Diurno
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1 comentario:
¡Muy buena! Poética, trascedente y tine mucha musicalidad.
Heidi
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