Se apagaron las estrellas
y no llegaste.
Las luces de la plaza se
apagaron y la garúa se
hace añicos contra el
alma, y no llegaste.
A lo lejos, siento el
lamento bandononeado
de tu cuerpo y los acordes
del tango me recuerdan
la dulzura de tus ojos, las
cumbres rozadas de tus pechos
y te siento pasar con tu recuerdo
de lado a lado mi alma solitaria.
La daga de tu ausencia me hace
daño.
Donde estas niña otoño y niña
tango.
Donde estas niña sol y niña
barro.
Se apagaron las estrellas
y no llegaste.
Las luces de la plaza
se apagaron y no llegaste.
Ricardo Reyes
San Juan
miércoles, 6 de septiembre de 2006
La Espera
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1 comentario:
¡Hermosa! Tierna y nostálgica. Un abrazo.
Heidi
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