domingo, 3 de septiembre de 2006

Balance

Haré esta noche el recuento acostumbrado e logros y fracasos que la heredada costumbre
de mis mayores me ha legado. Tal vez vislumbre los trazos de pretendidas alegrías o el ocaso de aquellos proyectos intactos en sus cajas de fantasía y aquel abrazo a destiempo que nunca nos dimos, conservando intactos tus besos en la almohada de noches de amor que tanto nos ayudara a cruzar los eternos abismos, que a veces nos separan.
En el fuego de mis infiernos particulares arderán las palabras viles y en los abriles
que tu dejares entre mis labios, morirán los agravios necios, al precio ínfimo de seguir amándote tal y como te lo dije: el bendito día en que nos conocimos, haré el esfuerzo necesario para traer a mi memoria la gloria y el coraje del bagaje de promesas que te hice cuando novia, eso de nunca separarnos.
Haré esta noche el balance necesario y mentiroso que me acostumbraron siglos intensos y rosarios interminables de urdimbres en trabajosos acertijos solitarios luchando incansable
con el insalvable cerrojo de mi conciencia o sus despojos, no incluiré en el balance ( a fuer de tramposo) ningún desacertado intento de pretendidos olvidos, tan sólo recurriré a mi memoria para rescatar el descuido fatal que la urgencia de un enojo me hiciera renegar de la pasión de tus ojos y llevarme a la desacertada y maldecida pretensión de herirte como si jamás te hubiera querido, te pido perdón por eso y por haberlo repetido.
Haré esta noche el recuento acostumbrado de logros y fracasos que la heredada costumbre
de mis mayores me ha legado. Tal vez alumbre con endechas la mecha de esta pasión que no ha podido consumir el paso de los años, vayamos por más: seamos osados...antaño lo juramos.

El Hurón.

No hay comentarios.: