lunes, 11 de septiembre de 2006

Es ahora o nunca

He buscado en vano en el ensombrecido sueño de las cosas
las noches y los días, la razón poderosa y única ,para sentirme
un hombre. Un obstáculo inesperado incierto y distinto, cruza
y crece dueño de mis pensamientos como una nube quebrada
de lágrimas desgarrada de versos y tormentosos destinos.

He cruzados los cielos de las pasiones sin que mis cabellos
se moviesen un palmo de su sitio, impasibles como el hielo,
impacientes como mi esperanza y como ella, presto al sacrificio.

He cruzado el ancho valle de mis defectos y muy a mi pesar
los he sopesado reconocidos como propios, como una agónica
prolongación de mis afectos y mis odios, a veces. Con creces
he pagado actos ciegos de impulsos que han hecho que en
mi lecho me avergüence de llamarme hombre y tener pulso.

He desgarrado el velo de la tristeza mirando al fondo de
infinitas conciencias sin un parpadeo que logre afrentar
mi existencia, impertérrito de las flechas y de los arqueros.

He sido. Y volveré a ser. Pero quisiera llamarme el hombre
así como suena, con fundada pena debo admitirlo entonces:
no lo soy.

Ni lo seré hasta el momento en que la desconocida
voz lo pronuncie. Esa hora en que se me anuncie la buscada
condición y el perdón de las ofensas que batallan las conciencias
con mística paciencia, entonces mi objetivo inalcanzable
será alcanzado: entregaré mi cuerpo al develado misterio
y sabré de mi vida el resultado.

El hurón

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hermosa! Profunda de una gran musicalidad y muy poética. Un abrazo.


Heidi