Sentado en un sillón, quizás un taburete,
pude gustar de tu mejor banquete;
supe probar de tus poros, sus sabores
y logré beber de tu copa tus licores,
pude sentir por mi cuerpo tus latidos
y escuchar de tu boca los gemidos.
Hoy me pedís que vuelva a ser tu amigo,
mas yo te pido que con eso, ya no sigas,
no me sirve para nada, no es consuelo
quiero volver con vos, y estar contigo,
pero no para comer aquellas migas ......
que quedaron esparcidas por el suelo.
FOCAL
martes, 5 de septiembre de 2006
Migajas
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
¡Excelente! Me encantó,algo profundo y muy real, poétiac y con cierta tristeza. Un abrazo.
Heidi
Publicar un comentario