viernes, 16 de junio de 2006

Golpe

Puerta a puerta, casa a casa,
Calle a calle, plaza a plaza.

Padre a padre, madre a madre,
Niño a niño.

Vida a vida, muerte a vida. Mataron gente,
Quemaron libros. Quisieron silenciar la palabra,
Apagar el sol, cortar las lenguas, cegar los
Ojos.

Borrar las caras, desmembrar los cuerpos,
Quitarnos la paz, llenarnos de miedos, llevarnos al infierno.

Se robaron las casas, envenenaron las almas, ensangrentaron
Las calles. Y la Iglesia institución, simplemente calla.

Quemaron cuerpos, sacaron dientes, violaron jóvenes,
Desaparecieron treinta mil almas.

Pero ellos, aún están entre nosotros, quizás en nuestros
Trabajos, en nuestros barrios, en las universidades, y así
Agazapados, como alimañas conviven en una sociedad más
Humana, pero nuestras miradas, los señalan.

Pero acá estamos, con la verdad que sale de cada hueso
Masacrado, de cada tumba nn de cada voz silenciada. La
Tierra clama, cada día, cada amanecer, cada semana.
Nadie esta ausente. Y trémula de horror la carne clama.
Juicio y castigo para tanto asesino, es la esperanza

Ricardo Reyes
Dedicado a todos los detenidos desaparecidos
y un humilde homenaje
A su memoria y al dolor constante de sus familiares

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Excelente! Lástima que a veces no llega la justicia o llega muy lentamente cuando los familiares desgranaron su vida en penas.


Heidi
Sgo del Estero