miércoles, 7 de junio de 2006

Amantes

Cual feroz delicia,
incontrolable
fusionaron sus latidos
como arpegio.
Incrustaron sus voces
en los vientos.
A las cuatro estaciones
evocaron.
Más allá del límite traspasaron
sus risas y caricias,
sus besos estampados en soles y
la carne abismal en el espacio.

Sus raíces son la vida y
el amor su canto.

Heidi Rótulo de Arnedo

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Bello! Qué lenguaje tan sensual y dulce.Me encanta como escribes.Da gusto leerte.




Un admirador