viernes, 5 de octubre de 2007

Un camino, un andar

Camino entre hojas y dedos.
Camino sin ver el final,
sólo mis pies y el crujir de las hojas.
Sangre de mis venas de color añil,
voy deshilando flores de otoño,
bajo mis pies desnudos.
¿Estoy caminando
o es el camino que me descalza?
Me susurran los llantos,
quebrando el aire de hojarasca.
No existe la muerte,
sólo es un cambio, un proceso.
Del dorado ensangrentado
surgen nuevos matices,
y rebrotan esquejes.
Es el gran tesoro de otoño.
Es la fusión , la entrega .

Max Volckaert

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