jueves, 11 de octubre de 2007

El Sol nunca se apaga

Sueña el bosque conmigo,
me estiro en el lecho que duerme,
el viento muda su piel,
bajo sombras que descienden.
Las ramas y troncos,
no preguntan al aire,
responden sólo con flores.
Las raices sembradas de castaños,
abedules ,hayas y fresnos,
muerden la tierra con dientes afilados,
penetran en lo mas hondo,
abren zanjas con la boca,
y dilatan los contornos del bosque.
Tiemblan las hojas,
ante la brisa acompasada,
llevan consigo
marejada de nubes
y cientos de ojos cayendo.
Sol de otoño que respiro,
Sol de otoño que abrazo,
otoño sin Sol
en mi cuerpo convertido,
en despojo en el suelo tendido.

Max Volckaert

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si el sol nunca se apaga , aún , en la sombra porque es el alimento del alma.



Heidi