Y sólo reir

Vivir la distancia
de ser el que soy;
sin ir más allá de
aquí donde estoy.
Entrar por la puerta
entrar y salir;
decir buenos días
y sólo reír.
Y cuando me canse
de tanta sonrisa,
tirarme en el suelo
dejarme dormir.
Y ni bien despierte,
andar por doquier, gozar
y entender que nada
es más bueno, que al mundo decir:
¡Qué hermosa es la vida... Te invito a vivir!

Paraná, 11 de abril de 2005.
Hugo Alfonso de Izaguirre y Danesi.