lunes, 3 de julio de 2006

Si sólo...

No creí merecer el marfil
el rubí y la mirra
que derramaste como el rocío
del alba baña las costas
de las rosas blancas
en cada llanto que guarda
mi alma.
Cual aves de buenaventuranza
tu cálido narrar suaviza
mis ansias que acalladas
se rinden ante el único ser
que ha logrado acabarlas...
Los luceros del cielo deberían ser 2
para que guíen a los hombres
como me hacés vos.
Si solo 30 segundos tuviese mi vida
la dicha suprema alcanzaría
si como horizonte tuviera
lo azul de tus pupilas.
Ojala el señor me conceda
un universo personal
y me otorgue la dicha de 5 segundos más

Carla

1 comentario:

Anónimo dijo...

intenso profundo carnal humano nostalgico. Muy buenoo