sábado, 8 de julio de 2006

Madurez

Los años modifican montañas,
los vientos desgastan y arrasan,
la naturaleza cambia para subsistir,
nosotros también mutaremos al fin

Los cabellos blancos que asoman,
no son sólo adornos o tiempo pasado,
son experiencia que acumulamos
entre lágrimas y risa que hemos borrado

Un amor que nos ha marcado,
con partida de padres o hijos soñados,
y recuerdos fuertes a nuestro lado
forman este yo que quiere ser amado

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hermoso! Tiene matáforas muy elocuentes.


Heidi
Sgo del Estero