miércoles, 5 de octubre de 2005

Tristeza

En aquellas noches tristes, lejanas y ensombrecidas por la gran penumbra que anidaba en mi corazón, yo te necesitaba.
Durante aquel tiempo feliz en que nuestros pensamientos navegaban juntos en medio de un océano celeste, yo te amaba.
A lo largo del frío invierno, recordaba nuestros momentos juntos, nuestro amor desvanecido, mi pena, tan grande como eterna; y entonces supe que te perdía.
AndreaS.

No hay comentarios.: