martes, 6 de septiembre de 2005

Sueños de marzo

Veré con angustia
desaparecer tus caderas en la esquina
de mis lágrimas, soportaré con calma
la angustia de la mustia
sinrazón de este amor que me desvalija el alma,
y ya no habrá quimeras capaces de devolverme la ilusión.
Ay....me sospecho ridículo y niño,
suplicando con cariño
tu pasión para terminar finalmente,
hablándole a tu espalda.
Nada será como entonces, enjuagaré las lágrimas
y mentiré a mi corazón acostumbrado
que me obedece en la obsesión
de preservarme el alma, le diré a mi costado de alardes
que se yerga enhiesto con el resto insalvable
de otras voces y que mantenga la calma,
en esta hora cobarde…

El Huron

No hay comentarios.: