domingo, 4 de septiembre de 2005

Pobres versos

Haremos del silencio la música perfecta que intimará nuestras miradas,
haremos de la nada de estar junto el rotundo y perfecto mundo
para vivir nuestras almas, sólo deja que te bese una vez y sabrás de mis ansias, sólo deja que te abrace y mantén la calma,
ven, recuéstate a mi lado, deja que amanezcan en mi pecho enhiesto tus sentidas lágrimas, luego, el amor hará el resto...
Mírame a los ojos para que pueda nacer,
dame tu mano y amanecerán mis noches, sin reproches,
en el alba de tus ojos que alejan penas con porfiadas alegrías,
caminemos juntos la ilusión de estas caricias y abandonemos el alma
hasta que venga el día o a la música de querernos.
Ahora, que no es tarde todavía...No niegues el beso que asoma a tu boca,
no escondas la caricia que tímida asoma en trémulo placer,
ven a mi lado que ya es noche, y queda tanto por hacer...
y en el derroche de las ansias locas mis sábanas te sueñan a mi lado,
despierta en este amanecer... Inventemos la ternura inolvidable de besos
al amparo del exceso de querernos y seremos la mañana
que emerge de la noche de talentos y presos,
seremos nosotros, nunca completos de querernos y tan mágicos,
augurando noches de tardíos excesos en lechos fantásticos
y arrebatando a nosotros mismos el origen del abismo de sabanas y techos.

El huron

No hay comentarios.: