jueves, 12 de julio de 2007

Confesión de invierno

Amaré eternamente el cansado brillo del monitor
de otras noches y amaré con el candor
de la distancia inseparable, amaré indomable
aquel sabor del imaginado beso, y amaré en exceso
aún con la costumbre de imaginarte
en la lumbre y tal vez de extrañarte por eso...
será esta distancia una barrera, será la cualquiera pálida visión
de otro futuro ? Estaremos seguros lejos de la paciencia de no vernos?
O será un infierno esperar la primavera presintiendo
no encontrarla juntos ?
No te aflijas: Hablaremos a solas de esconder las tristezas,
dejaremos que esta pieza
guarde los secretos y nuestra idea fija
de un amor imposible, de una barrera dostinta,
seremos inasibles a la hora de vernos y construiremos un infierno,
tan sólo por no pronunciar palabras...
tan sólo por hacerle un vacío a la tinta...
Señora: si se aleja, haga el favor de llevarse estas lagrimas pequeñas:
eres su dueña pues la causó tu ausencia,
déjame con la presencia inaudita de creer que no te has ido,
yo me haré cargo del olvido y me daré por muerto y soñaré con tu vuelta,
aunque me jures que nunca me has querido...
ay! que de solo pensarlo, hundo la cabeza y esta noche mi tristeza
te extraña tanto, que el espanto tenga la certeza
inconmovible de volverme inasequible a los sentidos
que habíamos sentido tanto !
que locura pretendernos tan lejanos,
aún cuando las manos nos acercan distantes
y en el antes, antes que el arcano
me desdibuje en sombras tu presencia, seremos ausencia...
lo pienso y enloquezco, porque sé que no merezco
este castigo, de vivir contigo,
respirando de tu esencia a sabiendas que esta molienda,
de besos y de olvidos, acabará con nosotros, sin que nos demos cuenta...
y tal vez me vaya cualquier noche,
o cualquier noche regrese,
para ver como te crece una lagrima de celos,
para llorar con el desvelo
de no estar juntos y ver como apareces,
entre mis sabanas y el cielo,
tu piel y el desconsuelo, y este dolor con creces...
Quizás la alta noche nos descubra ausentes.
O tal vez el presente nos niegue el olvido,
pero como al descuido te diré en la frente,
que nunca hemos sido ni lo que hemos pretendido,
ni algo indiferente...
tal vez no lo sabemos pero fuimos a la vez:
mi triste amor y tu injusto olvido.

El huron

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