Como dos astros
giramos sobre nuestras órbitas.
Vamos.... venimos,
damos vueltas eternamente
Como queriendo eludir
al destino que se empeña
en reunirnos una y mil veces,
a través de los tiempos.
Y cuando el milagro sucede,
en el instante sublime del eclipse,
nuestros cuerpos y almas se funden
y el cosmos resplandece....
hasta la próxima vez
AndreaS.
jueves, 5 de enero de 2006
Eclipse
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