martes, 27 de marzo de 2007

Los Hijos

Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos del anhelo que siente la vida por sí misma. Vienen a través de ti, no desde ti. Y aunque estén contigo, no te pertenecen.

Puedes darles tu amor pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes albergar sus cuerpos pero no sus almas, pues sus almas moran en la casa del mañana, la cual no puedes visitar, ni siquiera en sueños.

Puedes intentar ser como ellos, pero no intentes que ellos sean como tú. Pues la vida no retrocede ni se demora en el ayer.

Tú eres como el arco desde el cual tus hijos se lanzan como flechas vivientes. El arquero ve al blanco sobre la senda de lo infinito, y te curva con su vigor para que las flechas lleguen raudas y veloces a la lejanía.

Déjate curvar sin resistencia en la mano del arquero; pues así como él ama la flecha que vuela, también ama el arco que es estable.

Kahlil Gibran
El Profeta

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué realidad! Si todos tuviéramo conciencia de esto habría mejor comunicación entre hijos y padres.


Heidi