miércoles, 14 de marzo de 2007

Cercana y ausente

Que sería de mi no existieras,
como anoche tus ojos mis luces de madrugada,
a los que busco temerosos en la sombra, a quien nombra
mi boca febril y entusiasmada,
ay...que sería de mi si no existieras,
no tendría eco mi voz cuando llama
la quimera del amor sobre estas sábanas
que desveladas te nombran.
Seguro que no sería yo, sería nada.
No temas, no fingiré mi sonrisa desmayada
de amor al calor de una mirada indiscreta,
no seré la secreta pasión del volcán de tus pasos,
pero seré siempre el amante perverso y anonadado
que no conoce el ocaso de la noche de tu mirada,
seré todo, seré nada, seré yo por verte desnuda de mentiras,
mentiras mías y enamorada...
Veré con angustia desaparecer tus caderas
en la esquina de mis lágrimas, soportaré con calma
la angustia de la mustia sinrazón de este amor
que me desvalija el alma, y ya no habrá quimeras
capaces de devolverme la ilusión cuando te nombro.
Me sospecho ridículo y niño, suplicando con cariño
tu pasión para terminar finalmente:
hablándole a tus hombros...
o a tu imaginada espalda.

El Huron

No hay comentarios.: