Llevo el corazón entre mis manos
envuelto en el paisaje.
Con simple quejido diluyo el
tiempo de cosecha.
En silencio desando el camino y recuerdo
las raíces que
impiden el olvido.
Quiero que mis huesos descansen
en mi pago y
sean la encarnación de la tierra
donde he crecido.
Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo. del Estero
miércoles, 27 de diciembre de 2006
Mi Santiago
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