La mitad de la belleza depende del paisaje;
y la otra mitad de la persona que la mira...
Los más brillantes amaneceres;
los más románticos atardeceres;
los paraísos más increíbles;
se pueden encontrar siempre en
el rostro de las personas queridas.
Cuando no hay lagos más claros
y profundos que sus ojos;
cuando no hay grutas de las maravillas
comparables con su boca;
cuando no hay lluvia que supere a su llanto;
ni sol que brille más que su sonrisa...
La belleza no hace feliz al que la posee;
sino a quien puede amarla y adorarla;
por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostros
se convierten en nuestros paisajes favoritos...
Hermann Hesse
y la otra mitad de la persona que la mira...
Los más brillantes amaneceres;
los más románticos atardeceres;
los paraísos más increíbles;
se pueden encontrar siempre en
el rostro de las personas queridas.
Cuando no hay lagos más claros
y profundos que sus ojos;
cuando no hay grutas de las maravillas
comparables con su boca;
cuando no hay lluvia que supere a su llanto;
ni sol que brille más que su sonrisa...
La belleza no hace feliz al que la posee;
sino a quien puede amarla y adorarla;
por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostros
se convierten en nuestros paisajes favoritos...
Hermann Hesse
1 comentario:
Muy cierto lo que dice H. Hesse, siempre completamos las cosas de acuerdo a nuestra percepción.
Te dejo un saludo, llegué aquí paseando por los blogs. Que sigas bien.
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