Todos sabemos que
no importa el temporal
que se avecina,
el sol sigue brillando.
No importa cuántas veces dejamos
de ver sus rayos, pues
el sol volverá a aparecer otro día
para brillar con más fulgor.
Se necesita determinación
para sobrevivir los nubarrones
que a veces oscurecen tu vida,
y paciencia para seguir brillando
sin importar lo que se viene encima.
Pero a la larga ese esfuerzo merece la pena.
Uno de estos dìas,
cuando menos lo esperes,
superarás todas tus dificultades,
porque tù y el sol
tienen mucho en comùn:
ambos van a seguir brillando
a pesar de todo.
martes, 27 de noviembre de 2007
No importa
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1 comentario:
¡Excelente! Cuánta verdad, cuanto amor hay en ésta poesía. Cariños
Heidi
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