Levanta la mañana. 
Se yerguen los campos,
surgen los bosques,
con duendes dorados,
y horizontes calcinados.
La brisa se ha
detenido,
oyendo el canto en el árbol.
Abrasan los colores.
Se alzan espectros
dehojando hoja tras hoja.
Se despojan las copas
de sus agujas doradas.
Y ya los vencejos llevan oro en sus picos.
¡Y cómo laten los corazones
en este dulce otoño sepultado!
Y es entonces cuando se desnudan los sueños,
cumpliendo los ocultos placeres .
No quedan nubes ni cielos,
en este bosque sin dueño.
Max Volckaert

Se yerguen los campos,
surgen los bosques,
con duendes dorados,
y horizontes calcinados.
La brisa se ha
detenido,
oyendo el canto en el árbol.
Abrasan los colores.
Se alzan espectros
dehojando hoja tras hoja.
Se despojan las copas
de sus agujas doradas.
Y ya los vencejos llevan oro en sus picos.
¡Y cómo laten los corazones
en este dulce otoño sepultado!
Y es entonces cuando se desnudan los sueños,
cumpliendo los ocultos placeres .
No quedan nubes ni cielos,
en este bosque sin dueño.
Max Volckaert
2 comentarios:
¡Excelente! Siempre cuando se va una estación y comienza otra se muere un poco.
Heidi
Enhorabuena por el blog, he terminado aqui despues de navegar por estos mundos cibernautas.
Sin palabras, besos!!
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