Enamorarnos

Imagino tu rostro en la penumbra del teclado.
Me equivoco...o has llorado?
O tal vez las perlas que yacen al costado
de tus blandas mejillas se desvanecen en la trilla
del pasado, olvida el desamor, tú eres fuerte
y por sobre todas las cosas, pase lo que pase:
me tienes a tu lado.
Te extraño sobremanera en esta habitación de frío.
Me inclino al hastío de recordar tu perfume de mujer
de otros veranos y la noche
se desvanece de reproches,
entonces me imagino de tu mano en las escaleras
mal iluminadas y me inunda la sombra despiadada
de tu partida, busco una guarida (la de tus ojos)...
pero no la encuentro y vuelvo silencioso a la nada
que me asusta a su antojo.
Creo en tus pasos, presiento el abrazo
que prometimos sin vernos, para dejar atrás el infierno
producto de tu ausencia y de mi febril inocencia,
te sueño en esta cama, toda entera, yo tu hombre,
tú mi dama, para solamente querernos...
Doblé la esquina de mi vida pensando,
en el amor perdido y acaso ido de mis días.
Y ahí estabas tú. Lánguida y tranquila.
Revelando mis penas, trocándola en alegrías,
y supe que eras para mi,
mágico descubrir de amor y fantasía....
Te tome en mis brazos, con palabras y arrullo:
pero no te hice mía. Me hiciste tuyo.

El Hurón