martes, 31 de enero de 2006

Para vos

Para vos que me sorprendes día a día,
qué hermoso es redescubrirte
y compartir nuevas cosas
con el paso del tiempo.
Hoy con canas y menos cabello,
pero con más ternura que años atrás.
Tal vez algún día logre decirte
lo mucho que significás en mi vida
Mi compañero... mi amigo...
simplemente... Vos

AndreaS.

lunes, 30 de enero de 2006

Encontrarte

Confundí el mar,
pequeño con tu mirada,
inmensa.
Queriendo definirte en palabras
me perdí en versos.
Sin encontrar la frase
que te abarcara entera.
Imposible fue confinarte
a los límites de una imagen brillante
pero incompleta.
No hallé puente
que me llevara a tu orilla,
ni encontré la senda
que a ti me guiara recta.
¡ Miraba yo tan lejos estando tú tan cerca ¡
Hoy, miré hacia dentro
y te he descubierto.
Así, en silencio,
sin luz que me deslumbre,
por los caminos del alma te vivo yo.

domingo, 29 de enero de 2006

Como no amar

Como no amar tu ser
hecho de ámbar,
sal, mar,
brisa, rosa,
tempestad, tierra,
selva, montaña,
hierba, y sobre todo...
de amor.

José Martinez

sábado, 28 de enero de 2006

Cascada de Serenidad

Cascada de cuerpo extasiado,
es lo que ves desfallecida y relajada
es esta posiciòn de enamorada
gracias mi amor por toda tu entrega y toda tu pasiòn
por todo lo que con tanto amor me diste hoy,
gracias sì porque quièn es agradecido a su amor
ha bendecido y lo tiene aun mas atraido a su eterna luz,
quiero ser de nuevo la mujer y la amante
que cada instante sea para ti como una playa sin fin
Mis aguas como yo estàn dormidas serenadas y aromàticas
mientras el viento sopla en mi boca recordando tus besos
que con tanta fogocidad hoy me dieron
y me hicieron sentir mas amor,
y en la profundidad de tu intensidad de cada caricia
dejè para ti un tesoro,
nupcias de luz y asombro invisibles de la vida
que se hacen perdurables cuando la entrega es memorable
No se como estaràs tu,
si al despedirte vì en tus ojos algo que màs me enamorò
y me dejò en un silencio de seguridad
en tus ojos me vi,
en tus ojos me quedè,
en tus ojos me formè
y se que te acompañan con un pensar y un sentir
que te motivan a seguir y a desear volver a mi
y yo abrirè mis puertas esta noche
para celebrar lo que contigo pude conjugar ,
la entrega y la siembra dulce y amorosa,
preciosa en toda su expresiòn,
hoy para ti mi devociòn

Victoria Lucìa Aristizàbal

viernes, 27 de enero de 2006

Sueños

Se me hace difícil volverlos a la realidad..
se me hace maravillosos poder vivirlos...
porque en ellos se va mi vida... mi yo... mi interior.
sueños de paz, sueños de amor...
sueños de un mundo de fidelidad...
sueños de un mundo... donde sólo entremos tu y yo...

Armando Miguel
Córdoba

jueves, 26 de enero de 2006

El dia de mis cinco sentidos

El día que mis cinco sentidos, los cinco,
disfruten plenamente al estar con una mujer,
habré encontrado la mujer de mis días.
Pero, mientras mis ojos no brillen
hasta dolerme cuando la miro;
las aletas de mi nariz
no se agranden de excitación de olerla;
mis manos no tiemblen cuando rocen sus pechos,
acaricien sus manos, toquen su rostro;
mis oídos no escuchen la mejor de las melodías
cuando ella me hable;
su sabor no me erice las venas,
será señal de que no la he encontrado;
de que no es ella.
Tendré que abandonarla.
No tiene sentido.

Cuántas veces la sueño…! Está dormida.
La puerta del cuarto cerrada.
No ha oído nada.
No ha visto nada.
Me acerco a su lado y la miro.
En su sueño hace un mohín despectivo.
Después de la noche que llevo,
ella no ha debido notar mi presencia.
Me acerco aún más sin dejar de mirarla
y huelo su pelo largo, rizado y lacio.
Aún más…
y acaricio suavemente con mis dedos su hombro;
muy suavemente, solo rozándola
con la zona más saliente de mis yemas,
para no despertarla.
Me acerco a su lado
apoyando mi cabeza sobre su corazón,
como tantas noches.
Mi duende cosquillea debajo de mi pecho,
y ella… quizá… jamás lo sepa…

Beto.
Domingo de marzo 05

miércoles, 25 de enero de 2006

Derrumbe

Cuando el éxtasis
se derrumba
la vida es una sombra,
se acalambran los sentidos,
muere la carne
y al alma se despoja
de su colorido

Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo. del Estero

martes, 24 de enero de 2006

Lluvia

Gotas de lluvia empañan la ventana
confundiéndose con mis lágrimas.
Llanto de olvido,
de viejas heridas,
de penas pasadas,
de nostalgias por lo que fue
y por lo que no pudo ser.
Y mientras las gotas caen,
suave, lentamente
un hermoso arco iris surca el cielo
dando paso a la esperanza,
con un mensaje que reza:
"sigue buscando...
algo más debe haber"

AndreaS.

lunes, 23 de enero de 2006

Veo y espero

En tus ojos veo
El brillo que mi mente
Perdió al conocerte.
En tus labios veo
La ternura que a mi corazón
Golpea vestida de amargura.
Ese brillo perdido,
Y ese golpe amargo,
Me los da el no verte,
El no tenerte.
Aunque en mi mente te encuentro,
Caminando,
En el mar,
En mis sueños.
Entonces mi mente espera,
Tenerte,
Y abrazarte,
En la realidad.

domingo, 22 de enero de 2006

Prometo

El agua se desliza entre mis manos
así como se deslizó tu amor en mi vida,
quise retenerlo pero fue en vano,
no hubo un adiós ni una despedida.
Hoy veo la llegada del nuevo año
Y... Yo aquí tan sola frente al mar,
he prometido olvidar tanto daño
y una nueva vida lejos de ti empezar.
Tu me diste días de ternura,
me diste días de risa y alegría,
hoy mi vida no tiene la dulzura
de aquellos días cuando me querías.
Deseo para ti lo mejor del mundo,
suerte, amor, esperanza, felicidad y para mi...
Desterrar este amor profundo
alejando de mi lado toda tu maldad.
Sé que no será fácil olvidarte
pero pondré mi empeño
y verás que algún día
lograré arrancarte y en mi vida...
Ya no estarás.

Gretty Rotundo

sábado, 21 de enero de 2006

Mucho más grave

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
Cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
Y carajo perderte,
Y volverte a encontrar,
Y ojala nada más.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
Y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
Y quizas por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu mas reciente desesperacion.
No.
La cosa es muchisimo más grave.
Cuando digo todas las parcelas
Quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estás reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabés que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estás sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimó a su sombra,
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
Muchísimo más grave,
Porque con éstas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino también las esplendidas
o cautelosas mujeres que quise o quiero.
Por que gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas.

Mario Benedetti

viernes, 20 de enero de 2006

Historia del maestro que tardó toda la vida para componer una pieza de Marimba (Cuento)

Patrocinio Raxtún llegó a la selva al comenzar a envejecer. Era originario de una región de guardabarrancas y palos voladores, y había dejado aquel mundo porque todos sus bienes materiales consistían en tres naranjales averiados por el tiempo. Sabía tocar marimba desde la niñez; pero las preocupaciones cotidianas por una riqueza expuesta a las vicisitudes de la luz y a la voracidad de las migraciones, no le habían dejado ocasión para la música. Buscando la felicidad, a lo largo de semanas había descendido por la vertiente húmeda de Los Cuchumatanes, hasta internarse en el ruidoso universo de los loros de invierno. Por los días en que cesan las lluvias torrenciales llegó a un poblado antiguo, en las margenes del Chixoy, donde parecía no haber nadie. La vida transcurría a la sombra de grandes árboles de zapote. Allí habilitó una vivienda abandonada, raspó los horcones florecidos y organizó una economía inaccesible a las leyes mercantiles y a las especies depredadoras del aire. Las manadas de monos que desde la soledad espiaban las cosas de los hombres, vieron cuando la boa ratonera que hasta entonces había ocupado la vivienda se iba del lugar imperceptiblemente.
En cuanto hubo resuelto sus necesidades materiales, el maestro músico inició la costrucción de una marimba. No quería regresar a la soledad sin pájaros de la muerte antes de haber ordenado en el tiempo la matématica triste que lo desvelaba. Sabía que en la selva hay variedades afortunadas de madera que pueden convertirse en instrumentos de percusión, gracias al entendimiento. La fabricación de marimbas se basa en ecuaciones viejas de la memoria que le permiten al hombre volver asunto de la inteligencia el material de que estan hechos los quiebracajetes. De ahí que al llegar la época en que los loros aturden temprano la realidad, Patrocinio Raxtún se internó en el bosque, en busca de palo de hormigo. Es esta una especie sonora que a pesar de su raigambre lluviosa y su vocación de canario, hace revirar el hacha. Dos días le llevó tumbarlo y separar un trozo suficiente para obtener veintiséis teclas, asediado por enjambres de abejas que transformaban en formas dulces de energía la sal del trabajo físico ordinario.
Lo que siguió a continuación fue obra de la intemperie y de los días. El trozo de hormigo desprendió la corteza por sí mismo, asimiló la luz y expulso de sus tejidos toda posibilidad de florecimientos posteriores. Al golpearla en septiembre con el cabo del hacha, la madera tenía la resonancia de una botella vacía. Entonces el maestro músico colocó el trozo sobre dos tripodes de horcones, y bajo un cielo de urracas se dedicó a aserrarlo, hasta obtener el tablón de dimensiones y grosor adecuados para el objeto. Luego, siguiendo el hilo de la madera, cortó veintiséis piezas en proporción decreciente, guiandose por un modelo ideal que en el espacio de las cosas tangibles habría de ocupar tres cuartos de brazada. Concluido el oficio grande, se aplicó a la labor de precisión de las teclas. Hay relación exacta entre la edad de la madera y el timbre del sonido que produce; pero esta proporción tambien depende del volumen del tejido vegetal que por unidad sonora es sometido a percusión. De ahí que con cada pieza resultó necesario desbastar espesores al oído y calcular posiciones de memoria, hasta obtener los equivalentes materiales de una escala medida con el pensamiento. El valor musical de la tecla mayor lo estableció arbitrariamente, tomando como referencia los ruidos grandes de la realidad y reduciéndolos luego a dimensiones cotidianas. Cuando esta primera tecla estuvo lista, el sonido que produjo era semejante al de los goterones de mayo en los tejados de la altiplanicie.
En diciembre calculaba terminar el teclado; pero acontecimientos imprevistos enredaron su proyecto en el tiempo. Los años de contradicciones con tordos y gorriones habían deteriorado el árbol con que su cuerpo se ventilaba por dentro. Cuando trabajaba en la décima tecla comenzaron a dolerle las costillas y a quedarse sin aire. Varios meses permaneció postrado en el camastro, sintiéndose encanecer apresuradamente. Pero la enfermedad desarrolló en sus organos una nueva forma de sabiduría. Su cuerpo se tornó sensible a los menores cambios de temperatura, y con los huesos adivinaba los horarios del rocío. Con extraordinaria precisión llegó a establecer los itinerarios de la luz en los complejos mapas de la primavera. Cada mañana hacía inventario de las averías que los procesos rutinarios de la materia le habían ocasionado a las teclas concluidas. Cuando el viento comenzó a soplar desde latitudes de ballenas y pelícanos, Patrocinio Raxtún vio que la posibilidad de la música dependía de la resistencia a la descomposición que presentaran sus tejidos y los del palo de hormigo. En mayo, sin embargo, las migraciones de la muerte abandonaron repentinamente el árbol de la vida. Pocos días después trabajaba otra vez en la marimba.
Durante la convalecencia terminó el teclado. Veintiséis piezas espléndidas, atadas en un haz, aguardaban a que una inteligencia musical les diera el orden definitivo que habrían de tener en el reino de los objetos. Con el sigilo de quien se sabe rodeado de factores frágiles y perecederos, el maestro músico procedió a organizar la armazon ingravida y paciente que sobre tiras paralelas de tripa habría de soportar el teclado. La dotó de dos patas y de un asiento ensamblado a la estructura, de tal manera que en conjunto recordaba el esquema de una de las bestias ecuatoriales del zodiaco. Desde el invierno anterior, en un área del tapanco fuera del alcance de los pijuyes, tenía apartada tres docenas de tecomates, recurso utilizado por los músicos antiguos para resolver el problema de la resonancia. Bajo cada tecla dispuso uno de estos recipientes de sonido, en orden determinado según tamaño y propiedad sonora, puesto que las dimensiones de cada cascarón no siempre corresponden a sus virtudes acústicas. Existen cascarones de gran corpulencia y resonancia delicada; y los hay de vozarrón grave, capaces de repetir el retumbo del trueno y el estruendo de la lluvia, cuya configuración no parece hecha a la medida de esos ruidos. De ahí la irregularidad de los sistemas de resonancia en las marimbas elementales. Para sacarle música a aquel artefacto triste hacían falta únicamente baquetas con cabeza de hule, forma tradicional de atenuar la percusión sobre la madera mansa.
Tres años después de haberse instalado en la selva, Patrocinio Raxtún comenzó a tocar. En mañanas de sol colocaba la marimba bajo los palos de pito del patio, y durante algunas horas se dedicaba a explorar el teclado. Vio que iba a ser difícil tratar los delicados asuntos de guardabarrancas y cohetes de caña en un instrumento de resonancias incontrolables, hecho más bien para hablar del bullicio atmosférico que dejan las multitudes de loros en la realidad de los diluvios y las primaveras inmemoriales. Lo que trataba de expresar tenía que ver con los coletazos de barrilete en barrena que describe el Carro Mayor en las noches inmensas de la altiplanicie, con la tristeza de los gallos de hierro en las veletas descompuestas, con los caminos invisibles de los pájaros. Eran cosas simples y exactas que, sin embargo, la madera transformaba en aguaceros. Por eso evitó los sonidos simultáneos y buscó producir notas claras y distintas. Inició la pieza con un acorde lento que detuvo largamente el sol, de tal manera que quien escuchara supiera que iba a hablar de cosas de antes y que se proponía lamentar su ausencia. Luego, toco un do rápido para tomar impulso y dejar ir después, muy despacio, toda la nostalgia efímera peripecia en el tiempo, alternando notas altas y bajas que en su síntesis y combinación evocaban los lucerones de diciembre al alcance de la mano, los geranios de abril, la brevedad de las moras y la alegría fugaz de las jaulas con canarios que llevan por las ferias los adivinadores ambulantes. Cuando todo esto fue dicho, sin prisa, sin aceleraciones que confundieran unas cosas con otras, lamentándose un poco por lo precario e inasible del tiempo, agregó un trozo breve con la baqueta de la mano izquierda, el cual inició antes de terminar el que estaba tocando con las dos de la derecha. Este hablaba de cosas gratas, aunque pasajeras. Se refería a los bailes ocasionales de moros que se quedan para siempre en la dimensión de los espejos y los patios barridos, celebrando las máscaras de dientes perfectos y sonrisa cruel, los bigotes de oro derretido, la mirada azul y la expresión estática de los cristianos frente a un cielo extranjero de cenzontles y palos voladores. Indicó con la música que así había sido siempre; que la felicidad consiste en haber visto y poder recordar, y que en los armarios intactos de la memoria el mundo permanece sin polvo ni mudanza. Después volvió a decir una y otra vez las mismas cosas. Parecía repetir el asunto anterior exactamente; pero en realidad se refería a él desde estados de ánimos distintos. Entonces se dio cuenta de que en el orden y en la sucesión de la música hay mucho de las costumbres de los números; que la música es una matématica de los sentimientos y que para expresar el movimiento de las cosas en el espíritu se hacen necesarios números que fluyan.
Tocando la misma pieza, Patrocinio Raxtún no sintió llegar la vejez definitiva. Cada vez con mayor frecuencia se quedaba dormido bajo los palos de pito en el patio. En abril llegó a la conclusión de que toda su música duraría en el tiempo menos que un aguacero. Cuando llegaron otra vez las lluvias entró la marimba y se encerró a pasar el agua. Su cuerpo buscó el camastro y su espíritu permaneció a partir de entonces en la remota realidad de los loros de invierno. El instrumento músico corrió la suerte de los objetos comunes. El interior de la casa se llovió con los días, y por las patas ascendió a la marimba la humedad de la vida. Meses después, la madera brotó retoños nuevos. En octubre, una boa ratonera se instaló en la vivienda.

Mario Payeras
(escritor guatemalteco)

jueves, 19 de enero de 2006

Ironía

Mi dolor socava el silencio
que ahoga los días.
Y nadie se da cuenta.
Sólo ven mi cuerpo disfrazado,
la sonrisa dibujada,
el vestido, la alegría.
La tristeza hizo nido en mi alma
y de eso no se habla.

Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo. del Estero

miércoles, 18 de enero de 2006

Saludo Chamuyero

La vida me ha enseñado a ser modesto. No pretendo resarcimiento por las ilusiones perdidas. Cuántas veces nos topamos con gente que luce como felices robots, posando en los arcones de un "out-let" callejero?Nosotros estamos tratando de aprender a conformar un lugar donde podamos ir armando el rompecabezas de nuestra propia identidad.
La esperanza como es como un tejido que enhebra los sueños y la vida.Cuánta gente agota su tiempo en utopías??? Y digo que a veces, no está mal...si construimos nuestros sueños con un sabor sereno, apacible, para apreciar con más de un sentido.
Vivo en tu tejado; no, no soy un gato, soy aquel pájaro que un día abrió las alas y se arrojó en estas letras, para que vos hoy las leas. Me reflejo en las gotas de lluvia que caen en tu cabello, en los ojos de la gente con las que te encuentras, en la luz que ves en ellos, esa luz es la que crea sin lugar a duda los sueños.
Viví con insistencia. Viví con tozudos deseos de lograrlo todo. Al fin.., la buena suerte, depende de los hombres y mujeres, dotados de coraje.
Como siempre, me despido con alguna frasecita y una duda. Esa eterna duda de pensar si lo que estoy escribiendo, es una soberana estupidez."El sol tiñe cada mañana de naranja y oro. Las hojas desvisten los árboles, en otoño tardío. La lluvia le saca al pasto, sus aromas primitivos. Hay que ponerle pruebas al infinito, para ver si resiste...!"
Beto
Necochea, noviembre de 2005

martes, 17 de enero de 2006

Quisiera ser

Quisiera ser
la luz que alumbra tu camino
y la sombra que te invita al romance.
El calor que da vida a tu corazón
y la brisa fresca después de un día agitado.
La serenidad que te de sosiego
y la locura que te lleve al éxtasis
Una caricia tierna cuando estes abatido
y un beso apasionado previo al placer.
Quien seque tus lágrimas de dolor
y la humedad que acompaña el intenso placer.
Tan sólo quisiera ser
de dia tu compañera...
y de noche tu mujer.

AndreaS.

lunes, 16 de enero de 2006

Amiga

Mujer pájaro,
alas de nubes.
Te nombro amiga,
y tu nombre me dice amor,
luz y silencios, viejos secretos;
rima de un poema infinito,
ojos de luna,
invitación al vuelo
para buscar el horizonte nuevo;
y también cielos.
Te nombro, amiga,
porque en mi voz
siento el mañana.

Rocco

domingo, 15 de enero de 2006

Tan humano

Tienes algo de montaña...
A tu lado me he sentido leve
y me he creído blanca.
Sin reparo te he mostrado mis llagas
y a tu cumbre nevada a veces traje barro,
y hecha pedazos mi alma.
Y he vuelto siempre limpia,
y he vuelto siempre sana

Tienes algo de planta..
es tan fresca tu sombra
y es tan calma la voz de tu follaje,
y es tu raíz tan honda.
Al rumor de tu savia , descansé mi fatiga
y adormecí mis ansias...

Tienes algo de mar...
Toda la majestuosa distancia, del gigante de sal.
Espuma y linfa, por magia de tu espejo
mi cara entristecida, se ha visto cristalina.
Y cuando en hora perpleja llegué a tus orillas
tu verde voz me trajo de nuevo una olvidada
tibieza de regazo.

Eres tan humano que no pareces hombre
tan majestuoso y blanco, tan fresco y tan hondo
que pareces montaña, planta, mar...
y aunque te asombre tan humano eres
que no pareces hombre

Matilde Alba Swann
Poetisa argentina(Canción y grito- 1955)

sábado, 14 de enero de 2006

Poesía

No conservés mis
escritos sencillos
como un beso embelesado.

Corazón, mi corazón
te escribirá uno nuevo,
junto a un nuevo "te amo".

A las hojas el tiempo las ajará,
a mi amor, amor mío, no.

José Martínez

viernes, 13 de enero de 2006

Para vos

Escribir es un proceso muy íntimo y misterioso, donde cada párrafo es una manera de auto descubrirme, en un ida y vuelta constante de internaciones y evasiones, donde cada palabra y cada frase, construye un viaje a mi rebeldía.
A veces me parece que, sin que nos demos cuenta, apenas echamos a andar por la vida, duendes o ángeles invisibles, se encargan de conectarnos con seres especiales. De tal modo que, así pasen los años, un buen día volvemos a encontrarnos, como si jamás nos hubiéramos alejado en el tiempo.
Así como en la oscuridad suele acecharme amenazante el resplandor, también he podido construir a contraluz de lo conocido, mi propia claridad o mi propia leyenda. Lo que atrae de las ausencias, es el misterio en sí; el enigma para el cual casi nunca se tiene respuesta. Soy experto en construir muros a mi alrededor, y luego me ha costado un mundo echarlos abajo.
Creo que aprender a tratar con el mundo, me ha llevado exactamente los años que tengo. Mi lucha es como debe ser: conmigo mismo, enfrentándome a lo que soy y aceptando lo que no he llegado a ser, como una incógnita que algún día sea posible develar en la esperanza.Vivir es la aventura de aceptar dignamente, los disfraces que el destino nos impone, y estar siempre atentos a cualquier ocasión que nos permita escaparnos de él y saber que no hemos perdido nuestra humildad, ni nuestro lugar en el mundo. Lo bueno es en verdad, probarme algo a mí mismo, y ahorrarme la travesía de demostrarle algo a los demás.
Como en los cuentos de niños que me regalaron en la infancia, la virtualidad es "el caminito que no va a ningún lado", pero conjuga mágicamente la imaginación, el sentimiento y la ternura. Y por haberlo recorrido, he tenido el regalo de su paisaje; esa tímida pretensión de ser un simple cordel, como esos que fijamos a veces en las paredes, para que los rosales puedan avanzar sin tropiezos.Hay gente que con solo una palabra llega hasta el límite del alma. Pone una sonrisa a una lágrima, inventa sueños, y después se queda en su lugar como si nada..."Y uno se va de romance con la vida, riéndose de sus propias cosquillas, desterrando algún olvido solitario, porque sabe que a la vuelta de la esquina, está esa gente que es así, tan necesaria; que enciende la ilusión y pone aroma a una flor."Yo soy parte de todo aquello que he encontrado en el camino; la locura de saber que la vida es un misterio, que cada segundo es un milagro, y que los sueños son posibles desde el mirador de la inocencia. Que cuando el tiempo abra su abanico, me parecerá ver en cada uno de esos tantos nicks anónimos, a algún otro amigo, sonriéndome con mirada cómplice, colgado en una telaraña perdida en el tiempo, pero no en el recuerdo.
Hoy te vuelvo a escribir a vos, que estás leyendo mis delirios y me dibujas sus imágenes con el espejo de tu alma . Esta vez para agradecerte, porque sos de esa gente., que me ha extendido las manos, ha mirado con mis ojos y ha despertado la memoria de mi corazón.

Beto 26.6.02


Nota: lo encomillado no me pertenece, sino que he decorado mi mensaje en estos pasajes, con palabras de otros.

jueves, 12 de enero de 2006

Renovación

Amor único mío,
de mi vida, amor bueno,
que haces de nuevo cándida mi alma,
mi cuerpo virgen y mis labios nuevos.
Maravillosa esponja
de mis dolientes desengaños, fueron,
buen amor, el dulzor de tus palabras,
piadoso amor, la esencia de tus besos.
Milagro de milagros
que logras el renuevo
en el cristal obscuro de mis ojos
y en los claros cristales de mi pecho.
Fanal que alumbraste
el perdido sendero
cuando más extraviada mi amargura
huía del dolor y hallaba el tedio.
Busqué con afán tanto,
que encontré al fin mi premio,
mi buen amor, que transformaste en soles
las taciturnas sombras de mis duelos ...
De mi vida, amor último
de mi alma, amor primero,
me apego a tu dulzura,
en tus brazos me estrecho,
y así no tengo miedo de la vida,
así no tengo miedo !.

María Monvel
(poeta chilena)

miércoles, 11 de enero de 2006

Corazón de piedra

Corazón de piedra,
amas y olvidas sin importarte
las heridas que dejas en tu camino.
Mañana continuarás vendiendo ilusiones
pero cuando la noche llegue,
el aire de tu soledad
te recordará mi perfume,
mi aliento,
mis caricias,
mi mirada,
mi piel de mujer enamorada.
Y ya no estaré allí,
seré tan solo.... una mentira más

AndreaS.

martes, 10 de enero de 2006

Ese día

Si en mis días y
en mis noches
tu ausencia me castiga.
Ya no quiero los verdes,
los llanos,
ni las risas, ni los soles,
ni el arcano.
Sólo quiero soñar con ese día.
Cuando tu mirada se posó
en mi alma.

Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo. del Estero

lunes, 9 de enero de 2006

Contemplándote

Una sonrisa en los labios como muestra de tu ser
vas llevando en tu paseo y a todos los dejas ver.
Siendo como una melada de tibieza y mucho amor
en los campos y en los cerros, encendida de color.

Te siguen las alegrías el donaire y todo aquello
que vive en ti como nada y no ocultas al andar
respiras una dulzura que invitas a remedar
y eres uno de los frutos, de los que se llama bello.

Cientanal es tu figura aunque es pura juventud,
la realidad va contigo y la infundes por doquier
quieres dicha, amor, frescura, y no sólo para ti
regalas con tu figura una visión sin igual.

Podrás tropezar con algo que vuelva tu risa en llanto
y la vida te dé golpes hasta que no puedas más.
Pero hoy eres pureza, la luz, la felicidad,
es tu cuerpo que destella lo que por dentro llevás.

Adiós linda chiquilina de las tardes solariegas,
adiós con tu caminar y esa mirada de ensueño
ojalá que tu mañana florezca muy suavemente
y que te colme de goces con una vida excelente.

Una sonrisa en los labios como muestra de tu ser
vas llevando en tu paseo y a todos los dejas ver.

Hugo Izaguirre
Paraná, 03 de enero de 2006.

domingo, 8 de enero de 2006

Poema de despedida

Te digo adiós y acaso te quiero todavía
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós...
No se si me quisiste ... no se si te quería ..
O tal vez nos quisimos demasiado los dos...
Este cariño, apasionado y loco
Me lo sembré en el alma para quererte a ti
No se si te ame mucho... no se si te ame poco.
Pero si se que nunca volveré amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo
Y mi corazón me dice que no te olvidare.
Pero al quedarme sola.
Sabiendo que te pierdo
Tal vez empiezo amarte como jamás te amé.
Te digo adiós y acaso con esta despedida
Mi más hermoso sueño duerme dentro de mí...
Pero te digo adiós , y para toda la vida ,
Aunque toda la vida siga pensando en ti.

Jose Angel Buesa

sábado, 7 de enero de 2006

Carta de amor

Estimada Cristina:


Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial.
A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.
Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.
Cosas a conservar:
  • La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te ví por primera vez en la oficina.
  • El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
  • El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
  • La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
  • La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
  • El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
  • Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
  • Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).
Cosas que puedes conservar tú:
  • Los silencios.
  • Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
  • El sabor acre de los insultos y reproches.
  • La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
  • Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
  • El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
  • Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
  • Jorge y Cecilia. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.
Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo solo son eso: objetos. Por último, recordarte el Nº de teléfono de mi abogado (914070485) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.
Afectuosamente,
Robe

Ganador del III Concurso de Cartas de Amor
Antonio Villalba

viernes, 6 de enero de 2006

Enero

Cuando te extraño
en esta calurosa soledad
mi alma sale a buscarte
montada en el primer viento de la tarde....
y te encuentra
contando las soledad
es que han pasado por tus noches
desde hace cinco muertos fieles,

...extrañándome.

Rocco

jueves, 5 de enero de 2006

Eclipse

Como dos astros
giramos sobre nuestras órbitas.
Vamos.... venimos,
damos vueltas eternamente

Como queriendo eludir
al destino que se empeña
en reunirnos una y mil veces,
a través de los tiempos.

Y cuando el milagro sucede,
en el instante sublime del eclipse,
nuestros cuerpos y almas se funden
y el cosmos resplandece....
hasta la próxima vez

AndreaS.

martes, 3 de enero de 2006

El paseo repentino (Cuento)

Cuando por la noche uno parece haberse decidido terminantemente a quedarse en casa; se ha puesto una bata; después de la cena se ha sentado a la mesa iluminada, dispuesto a hacer aquel trabajo o a jugar aquel juego luego de terminado el cual habitualmente uno se va a dormir; cuando afuera el tiempo es tan malo que lo más natural es quedarse en casa; cuando uno ya ha pasado tan largo rato sentado tranquilo a la mesa que irse provocaría el asombro de todos; cuando ya la escalera está oscura y la puerta de calle trancada; y cuando entonces uno, a pesar de todo esto, presa de una repentina desazón, se cambia la bata; aparece en seguida vestido de calle; explica que tiene que salir, y además lo hace después de despedirse rápidamente; cuando uno cree haber dado a entender mayor o menor disgusto de acuerdo con la celeridad con que ha cerrado la casa dando un portazo; cuando en la calle uno se reencuentra, dueño de miembros que responden con una especial movilidad a esta libertad ya inesperada que uno les ha conseguido; cuando mediante esta sola decisión uno siente concentrada en sí toda la capacidad determinativa; cuando uno, otorgando al hecho una mayor importancia que la habitual, se da cuenta de que tiene más fuerza para provocar y soportar el más rápido cambio que necesidad de hacerlo, y cuando uno va así corriendo por las largas calles, entonces uno, por esa noche, se ha separado completamente de su familia, que se va escurriendo hacia la insustancialidad, mientras uno, completamente denso, negro de tan preciso, golpeándose los muslos por detrás, se yergue en su verdadera estatura.
Todo esto se intensifica aún más si a estas altas horas de la noche uno se dirige a casa de un amigo para saber cómo le va.
De Franz Kafka

lunes, 2 de enero de 2006

Los portadores de sueños

En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.
Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras
de catástrofes.
Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de
utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua
el corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también habia engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales
Tuvieron algo que ver con esto,
La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad.
Eran felices en su mundo de azúcar y de viento
de todas partes venían a impregnarse de su aliento
de sus claras miradas
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños
soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre.
Son peligrosos - imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.
Hay que destruirlos - imprimían las grandes
rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus
discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.
Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches
y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.
Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.

Gioconda Belli

domingo, 1 de enero de 2006

Hoy

Mi cuerpo en agonía
te extraña.
Tu recuerdo
lastima mi alma,
cala mis huesos.
Aún así te amo

Heidi Rótulo de Arnedo
Sgo. del Estero